jueves, 4 de agosto de 2011

No WOMAD, ¿No Cry?

Nos podemos quedar sin WOMAD. El año pasado el festival contaba con un presupuesto superior a los 700.000 euros y este año sólo hay previstos 125.000. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha decidido, si no cerrar el grifo, sí dejar que pase muy poca agua (aunque afirma que esta aportación es el doble e la de 2007, último de la época de Pepa Luzardo, cuando el Ayuntamiento dedicó 60.000 euros al festival). Si desde 2007 el consistorio se hacía cargo de la financiación casi total del evento y figuraba como entidad organizadora, ahora dice que no, que ya no se puede. Cambio de gobernantes, cambio de políticas. Ese dinero, dicen, hace falta para otras cosas, y hay un pufo de 53 millones de euros que nadie sabe de dónde ha salido, que no estaba presupuestado ni reconocido, pero que ahí está y hay que pagarlo. Y, a todo esto, el señor WOMAD dice que si nos ponemos en ese plan, a lo mejor Las Palmas se tiene que quedar sin el festival.



La pregunta que yo me hago es las siguiente: si nos quedamos sin WOMAD, ¿qué pasa? ¿Es realmente el WOMAD lo que debe ser (una mirada a otras culturas, un acercamiento a otras músicas y a otros músicos, un modo de promoción cultural y turística de nuestra ciudad a nivel mundial), o es, como dicen los del otro extremo, un macrobotellón disfrazado? ¿Qué hemos ganado en Canarias con estos años de WOMAD y qué podemos perder?



No son preguntas que lance al aire de forma retórica, son dudas reales que tengo. Como espectador, he visto pasar algunos artistas realmente buenos por el WOMAD, de primer orden mundial incluso (Imelda May, The Waterboys, Asian Dub Foundation, Sonic Youth...), otros más mediocres en nombre y calidad y otros que me han hecho pensar que mejor haber elegido muerte (Kevin Johansen, escóndete lejos que yo no te vea), pero, sobre todo, he visto muchas cosas distintas, he oído muchas músicas distintas. Y sí, me he cogido muchas borracheras, esas sí, todas iguales. Como músico, si se va el WOMAD perderé la oportunidad de tocar en ese escenario, cosa que entiendo que abre puertas en el exterior. No he hablado con ellos, pero seguro que a The Amaroses, Mussa (ahora J Brich), Zurych, The Mistake y demás no les ha venido mal tocar en el festival. Todos ellos han logrado crecer, tocar fuera de Canarias (de España, incluso), y haber participado en un festival internacional, no olvidemos que el WOMAD es un festival mundial, no debe haberles venido mal. Además, está la promoción de ciudad y archipiélago. Un WOMAD en Las Palmas debería implicar que Las Palmas suene en muchos entornos culturales de todo el planeta, y atraer turismo de calidad durante esos días. A estas alturas, con las ediciones celebradas, ya se puede valorar no su potencial, sino su realidad como motor económico y cultural de la ciudad y del archipiélago durante su celebración, más allá de los botellones y del ruido. Datos que me gustaría conocer y que desconozco para saber si realmente el WOMAD merece la pena. O al menos, si merece más de 125.000 euros



La ciudad de Las Palmas puede perder el WOMAD. O, al menos, el WOMAD tal y como ha sido en los últimos años. En el mejor de los casos, se realizará con un día menos. Y las dudas son varias: ¿merece el WOMAD un gasto de 700.000 euros de las arcas municipales? Aunque lo merezca, ¿puede el Ayuntamiento pagarlo) ¿Se puede hacer un WOMAD digno con 125.000? Si no se puede, ¿hay tiempo aún de conseguir patrocinadores alternativos? ¿Debe la organización, como dicen desde el Ayuntamiento, dejar de "dedicarse simplemente a buscar artistas y esforzarse también en buscar patrocinadores"?

Pero la que a mí me viene a la cabeza ante tanto revuelo es: ¿cuál es la importancia real de este festival? Si nos quedamos sin WOMAD, ¿qué pasa?

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