Esther Suárez: "Cada vez nos hacemos más hueco como frontwomen"

Inauguramos hoy una serie de entrevistas con voces femeninas del mundillo. Y lo hacemos con una menuda y pizpireta artista que lleva ya cerca de tres lustros pateando escenarios, cantando, bailando, saltando. Viviendo.

Esther Suárez no tiene tiempo para aburrirse. Sus labores musicales se reparten entre sus múltiples proyectos con Carlos Teja (el más ativo de los cuales es La Suárez y Los Chaparros del Infierno), Ni Funk ni Fank (junto a músicos tan fuera de serie como Aday de la Coba o Luis Merino) y, en menor medida porque tocan menos, Midnight Soul. "La preparación es la misma, el sentimiento si que cambia porque son estilos diferentes aunque se complementan y se relacionan. En un principio me sentía más cómoda con el rock, porque fue lo que mamé de chica,mis hermanos escuchaban rock y claro yo salí ¡rockeraaaa a muerte! Pero con los años creo que me siento igual de agusto cantando tanto funky, como soul como rock. En casa escucho un poco de todo, pero quizás ahora tenga una época más funkera me gustan mucho Incognito,The Brand New heavies... Aunque según el momento: escucho mucho trip hop, grupos como Portishead, Massive Attack, adoro a P.J. Harvey y por supuesto Radiohead... Y luego escucho mucha música clásica porque es la formación que tengo".

Esther se ha ido convirtiendo en una frontwoman con todas las de la ley, de las que son capaces de transmitir su energía sobre el escenario. "Al principio es lo que más me costaba, por mi timidez. Bailar, moverme en el escenario no tanto, porque eso al fin y al cabo no es más que expresar cómo te sientes, pero dirigirme al público... ¡Eso es otra cosa! Pero poco a poco vas cogiendo confianza y te das cuenta de que puedes hacerlo bien... ¡Porque lo estás haciendo! Sobre todo, me ayudó mucho a coger confianza el tiempo que estuve cantando con Dave Connor. Aprendí mucho, y adquirí confianza". Ser una mujer en un mundo tan 'macho' como el del rock no le ha echado atrás. "Creo que cada vez más las mujeres se están haciendo un súper-hueco como frontwomen, porque la mujer cada vez más tiene cosas que decir y personalidad. Ya va siendo hora ¿no? Yo esto lo llevo a mi terreno porque no sé hacerlo de otra manera, pero está claro que me han influenciado muchísimos cantantes, tanto hombres como mujeres".

Tras más de 15 años de escenario en escenario, Esther está contenta con su trayectoria. "He cumplido muchísimas cosas. El mero hecho de subirme a un escenario y poder cantar y expresar es algo que ni se me pasaba por la cabeza hace algo más de 15 años ya que era muy tímida y me costaba mucho. Por otra parte, creo que me queda mucho por aprender y creo que estoy en ello. Mis expectativas con la música son poder hacer lo que me gusta y vivir de ello. Como cualquier hijo de vecino, ¿no? Y por supuesto seguir avanzando". ¿Vivir de ello? ¿Es posible, en Gran Canaria? "No sé si lo veo posible... Aquí en Canarias hay cada vez más grupos y la cosa se está poniendo fea con los sitios donde tocar. Pero sí que conozco a gente que se dedica de lleno a ello... Todo es probar. Y si no, ¡a trabajar de lo que haga falta!" Esther tiene una ventaja para lograr que la música le de ingresos suficientes: canta en grupos muy distintos, pero todos ellos de versiones, algo que tiene amplio mercado. "Evidentemente las bandas de versiones en una isla como esta pues venden más y a parte ha ido surgiendo así... No descarto la posibilidad de hacer temas propios, me encantaría, pero soy muy exigente conmigo misma y me cuesta que algo que componga yo me guste tanto,tanto como para meterlo en mi repertorio. No obstante tenemos idea de meter temas propios con Ni Funk Ni Fank en breve".